No siempre es la mima la experiencia de leer. Existen
diferentes modalidades de lectura dependiendo del texto en el que estemos
inmersos.
Leer es una de las actividades más disfrutables. Hacerlo
desde temprana edad trae a nuestra vida y también a nuestra mente innumerables
beneficios tales como la adquisición de conocimientos, el desarrollo de la
creatividad y la imaginación y el ejercicio de la memoria, entre otros. Sin
mencionar que para muchos es también la actividad ideal por excelencia para
acompañar los momentos de ocio.
Libros de estudio, libros de aventuras, novelas de amor,
cuentos de terror. La lista de géneros a la hora de hablar de libros es inmensa,
como también, con el surgimiento de las nuevas tecnologías, lo es la de los
formatos en los que podemos disfrutar de ellos.
Distintos tipos de lectura:
1.
Lectura
oral
Se da cuando la persona que lee lo hace en voz alta. Algunas personas
hacen esto debido a que el sonido ayuda a que las ideas queden “grabadas” en el
cerebro, aunque también pueden hacerlo en un momento que les es difícil
concentrarse debido al ruido ambiente, y que al escuchar su voz logran
“encapsularse” en este sonido y de esta manera disipan un tanto la distracción.
La lectura oral tiene una función social como ninguna otra,
debido a que se puede compartir este tipo de experiencia con otras personas
leyendo para alguien más. También es una buena manera de acercar la lectura a
las personas con discapacidad visual.
2.
Lectura
silenciosa
La persona recibe directamente en el cerebro lo que ven sus
ojos, salteando la experiencia auditiva. En este tipo de lectura se requiere
muchísimo la concentración y con frecuencia si observamos a una persona
practicar la lectura silenciosa la veremos como
“absorta” en su propio mundo.
3.
Lectura
superficial
En este tipo de lectura se “barre” el texto para saber de qué
se está hablando. Es una lectura más bien superficial que pretende captar una
idea general pero no los detalles.
Es recomendada cuando se lee por primera vez un texto de
estudio, ya que de primera no se recomienda entender los conceptos más
complejos sino hacerse una idea general del mismo.
4.
Lectura
selectiva
Este es el tipo de lectura que realiza una persona cuando
está buscando datos específicos, por eso se la denomina una “lectura de
búsqueda”. El lector no lee minuciosamente todo sino que aquí también se
realiza un paneo veloz buscando solo la información de interés para la persona.
5.
Lectura
comprensiva
El lector procura entender todo el contenido del mensaje. Se
practica de manera lenta, de modo que permita un abordaje del tema donde los
tiempos que se le dedican sean suficientes para comprender a fondo.
6.
Lectura
reflexiva y crítica
El lector analizará el texto que tiene frente a sí y no lo
“digerirá” o aceptará como la verdad absoluta.
Un lector crítico evalúa la relevancia de lo que está
leyendo, contrasta la información con otra información o con su propia
experiencia y hasta puede llegar a “pelearse” con el texto por tener distintos
argumentos sobre un tema. Esta lectura requiere que se realice de forma pausada
para que la información pueda ser evaluada desde un abordaje crítico.
7.
Lectura
recreativa
La lectura recreativa es la que predomina cuando se lee un
libro por placer. No importa a qué velocidad se realice ni cuánto tiempo nos
tome completar la lectura, ya que lo primordial es que el lector disfrute de la
experiencia. Si bien no es una regla general, la mayoría de las veces la
lectura por placer está muy ligada a la literatura.
Es un tipo de lectura que tiene todos los
beneficios de leer (como por ejemplo mantener activo el cerebro) pero además
fomenta la creatividad e imaginación.
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